Mi encuentro con Deepak Chopra.
HABLANDO DE FANTASÍAS Y ENGAÑOS
Un par de post antes hablábamos (bueno, habló mi Lobita, a propósito del “Reduce Fat Fast”, y yo lo comenté) de la necesidad del ser humano a creer en algo sin importar si era verdad o mentira. Esto me trajo a la memoria un evento algo freak en el que la Lobita y yo nos vimos cara a cara con un éxito en ventas: Deepak Chopra.
Recuerdo que las entradas a su presentación estaban carísimas (algunos habían pagado más de cien dólares por estar en el San Agustín) pero a nosotros, como eramos clientes de la empresa que organizaba el evento, nos las regalaron.
En realidad nos daba curiosidad estar ahí, ver y oir al señor este que era un éxito en Crisol, Wong y hasta era pirateado (innegable síntoma de haber logrado el éxito como músico o escritor en el Perú). Además algunas amigas iban a ir, así que decidimos hacer nuestra colita (de tres cuadras) y entrar.
Algunos habían pagado diez dólares adicionales (ya si pagas cien, paga diez ¿no?) para la traducción simultánea, así que a ellos se les fue entregando unos equipos especiales (unos audífonos con un aparato inalámbrico) mientras esperábamos al gurú de marras.
La cita era a las siete y la repartición de los benditos auriculares se extendió hasta las ocho y media. La gente empezó a pitear, se empezó a armar un despelote en pleno escenario (el coliseo estaba lleno totalmente) que era donde se repartían estas cosas.
En eso apareció. Caminando con los brazos en alto, con un total dominio de escena y en un pulcrísimo terno (arriba de los US$ 800.00) el mentado Deepak Chopra. Escándalo general, la gente ovacionaba, los aplausos de los que estaban sentados y los gritos furibundos de la gente que reclamaba su headphone para la traducción simultánea crearon un escándalo mayúsculo.
Ya eran casi las nueve (dos horas sentados viendo publicidades de casas naturistas, feas encima) y Deepak tuvo que meterse de nuevo tras bambalinas. La gente silbaba. No se pudo más y media hora después aparece de nuevo el señor. Esta vez, en un inglés mal hablado (si hablaba en hindú lo entendíamos más) pidió un traductor. La gente que tiraba su inglés pifió, pues quería escucharlo directamente sin que lo interrumpieran a cada rato para la traducción. Entonces el dijo “entonces sin traductor” y la gente que no entendía ni ostia se arremolinó a los pies del escenario gritando “¡Estafaaaa!”…
¡Y VI LA LUUUZ!
Nunca vi un milagro parecido, debería tenerse en cuenta algo así cuando hablamos de “servicio al cliente” o cuando se trata de reclamos. Unas cien personas gritaban y se peleaban al pie del escenario. Todos gritaban. Ellos por su aparato, y más de mil desde sus sillas porque querían que empiece el rollo de una vez. Deepak llamó al intérprete.
“Vamos a hacer un ejercicio de concentración para sintonizarnos con la putaqueloparió”. (Algo así dijo, no me acuerdo con qué pues) “Cierren los ojos y pongan sus manos así… respiren hondo y repitan conmigo: brrrruuuuuuuummmm….”
Más de mil personas al unísono y en estúpido repitiendo “¡BRRRUUUUUMMMM!”
“Ahora digan ¡Meeeeeeeeee!”
El público con los ojos totalmente cerrados y ávidos de un trance que valga los cien dólares invertidos repetía el pseudo mantra. Sin embargo, a lo lejos y de fondo, se escuchaba a la gente reclamando por su plata. Así bajito, como por respeto ¿no? Así como que el maestro hablaba y que ellos se callaban la boca. Pero hacían su bulla. Yo repetí como mongo tres de las cojudeces que dijo y no me aguanté. Me sentí ridículo. Fue entonces que lo vi: mientras todos estábamos con los ojos cerrados y repitiendo sonidos de granja, el gran gurú se había acercado a los reclamones y, con el ceño fruncido (puta… parecía una máscara hindú el Hijo del Bramaputra) les hacía gestos de “fuera mierdas” a todos con la mano. Como quien arrea a las ovejas o bota al gato del sillón.
Me cagaba de risa. “No lo puedo creer”, le dije a la Lobita que estaba en su noveno “¡BAAAAAAA!” . El tipo había deshecho una manifestación en un instante, les metió el dedo con los diez dólares a toda esa mancha y todos felices se fueron a su sitio. No vaya a ser que les eche la “mala onda”.
BABA + BABA = ¿SAI BABA?
Bueno, el tipo habló. Para serles franco en el fondo me cago en esa literatura de tía pituca de Asia (la playita), esa que intenta leer sobre el control mental para buscar la manera de tirar con el chancho del marido sin hacerle arcadas, sabiendo que si le hace ascos se queda sin casa de playa ni BMW y, peor, sin club. Así que se lee todo lo que puede de ese tipo de cosas que hagan que su mente esté en otro lado.
Contó una anécdota cojudísima, nombró a algunos famosos que eran “amigos” suyos, tipo Bono, Meg Ryan, no sé, como para decirte “mira zonso con quién estás”… y se soltó un solo de sentido común mezclado con filosofía de galletitas de la suerte. Es decir, mejores cosas lees en un blog. (En serio que algunos deberían meterse a gurús)
La Lobita, Sylvia y yo nos mirábamos. Fue entonces que no pude más y le pregunté a una amiga (de esas que sí creen todito… va a Asia pues) si estaba entendiendo algo y me respondió extasiada y con una sonrisa que ni el Xanax: “la verdad está un poco difícil, pero ya ahorita lo capto… está bacán.”
La verdad… no estaba diciendo ni mierda. Pero la gente siempre se subestima y creen que son ellos los que no entienden. Chapé la mano de la Loba, ella la de Sylvia y nos paramos rumbo a la puerta.
El Deepak dejó de hablar. Nos miró con sus ojitos negros negros y guardó silencio. Nosotros ni lo miramos (no vaya a ser que nos mande su maldición… por siaca, carajo) y nos dirigimos a la puerta en medio del silencio y la mirada de más de 2000 personas que nos miraron extrañadas (horrible la situación, en serio). Encima la cojuda de la puerta nos pregunta escandalizada: ¿¿¿¿Se vaaaan???? “abre nomás, al toque”
Nos liberamos. Nos fuimos a tomar un vino y a ser libres. Ahí empecé a creer en el bendito “Sincrodestino” . En una mesa del Haití (decadentes y felices) hasta la madrugada.
NOTA AL PIE SOBRE DEEPAK (Así en confianza, ya que lo miré y nos miró)
Investigué pues y encontré un culo de perlas (un rosario completo) y les transcribo algunas para los que todavía creen:
-En el “Centro de Salud Maharishi Ayurveda Para el Manejo del Estrés” en Lancaster, Massachusetts, institución de Chopra, los pacientes con enfermedades graves pagan con frecuencia cientos o miles de dólares por consultas astrológicas, y se les recetan yagyas, ceremonias religiosas destinadas a solicitar ayuda a las deidades hindúes. Estas ceremonias también requieren fuertes desembolsos, pero los pacientes no pueden presenciar su realización.
-En 1994, la revista Forbes se refirió a Deepak Chopra como “el último, hasta ahora, de una serie de gurús que han prosperado combinando ciencia pop, sicología pop e hinduísmo pop”.
-Chopra ha sido demandado por el profesor Robert Sapolsky de la Universidad de Stanford, quien demostró que en el libro Ageless Body, Timeless Mind (“Cuerpo sin edad, mente sin tiempo”) se habían plagiado varias partes de su obra Behavioral Endocrinology. Posteriormente se llegó a un acuerdo fuera de tribunales, a favor de Sapolsky. O sea, con billete se arregla todo.
Amén, hermanos y hermanas. ¡¡¡¡OOOOMMMM!!!
Un par de post antes hablábamos (bueno, habló mi Lobita, a propósito del “Reduce Fat Fast”, y yo lo comenté) de la necesidad del ser humano a creer en algo sin importar si era verdad o mentira. Esto me trajo a la memoria un evento algo freak en el que la Lobita y yo nos vimos cara a cara con un éxito en ventas: Deepak Chopra.
Recuerdo que las entradas a su presentación estaban carísimas (algunos habían pagado más de cien dólares por estar en el San Agustín) pero a nosotros, como eramos clientes de la empresa que organizaba el evento, nos las regalaron.
En realidad nos daba curiosidad estar ahí, ver y oir al señor este que era un éxito en Crisol, Wong y hasta era pirateado (innegable síntoma de haber logrado el éxito como músico o escritor en el Perú). Además algunas amigas iban a ir, así que decidimos hacer nuestra colita (de tres cuadras) y entrar.
Algunos habían pagado diez dólares adicionales (ya si pagas cien, paga diez ¿no?) para la traducción simultánea, así que a ellos se les fue entregando unos equipos especiales (unos audífonos con un aparato inalámbrico) mientras esperábamos al gurú de marras.
La cita era a las siete y la repartición de los benditos auriculares se extendió hasta las ocho y media. La gente empezó a pitear, se empezó a armar un despelote en pleno escenario (el coliseo estaba lleno totalmente) que era donde se repartían estas cosas.
En eso apareció. Caminando con los brazos en alto, con un total dominio de escena y en un pulcrísimo terno (arriba de los US$ 800.00) el mentado Deepak Chopra. Escándalo general, la gente ovacionaba, los aplausos de los que estaban sentados y los gritos furibundos de la gente que reclamaba su headphone para la traducción simultánea crearon un escándalo mayúsculo.
Ya eran casi las nueve (dos horas sentados viendo publicidades de casas naturistas, feas encima) y Deepak tuvo que meterse de nuevo tras bambalinas. La gente silbaba. No se pudo más y media hora después aparece de nuevo el señor. Esta vez, en un inglés mal hablado (si hablaba en hindú lo entendíamos más) pidió un traductor. La gente que tiraba su inglés pifió, pues quería escucharlo directamente sin que lo interrumpieran a cada rato para la traducción. Entonces el dijo “entonces sin traductor” y la gente que no entendía ni ostia se arremolinó a los pies del escenario gritando “¡Estafaaaa!”…
¡Y VI LA LUUUZ!
Nunca vi un milagro parecido, debería tenerse en cuenta algo así cuando hablamos de “servicio al cliente” o cuando se trata de reclamos. Unas cien personas gritaban y se peleaban al pie del escenario. Todos gritaban. Ellos por su aparato, y más de mil desde sus sillas porque querían que empiece el rollo de una vez. Deepak llamó al intérprete.
“Vamos a hacer un ejercicio de concentración para sintonizarnos con la putaqueloparió”. (Algo así dijo, no me acuerdo con qué pues) “Cierren los ojos y pongan sus manos así… respiren hondo y repitan conmigo: brrrruuuuuuuummmm….”
Más de mil personas al unísono y en estúpido repitiendo “¡BRRRUUUUUMMMM!”
“Ahora digan ¡Meeeeeeeeee!”
El público con los ojos totalmente cerrados y ávidos de un trance que valga los cien dólares invertidos repetía el pseudo mantra. Sin embargo, a lo lejos y de fondo, se escuchaba a la gente reclamando por su plata. Así bajito, como por respeto ¿no? Así como que el maestro hablaba y que ellos se callaban la boca. Pero hacían su bulla. Yo repetí como mongo tres de las cojudeces que dijo y no me aguanté. Me sentí ridículo. Fue entonces que lo vi: mientras todos estábamos con los ojos cerrados y repitiendo sonidos de granja, el gran gurú se había acercado a los reclamones y, con el ceño fruncido (puta… parecía una máscara hindú el Hijo del Bramaputra) les hacía gestos de “fuera mierdas” a todos con la mano. Como quien arrea a las ovejas o bota al gato del sillón.
Me cagaba de risa. “No lo puedo creer”, le dije a la Lobita que estaba en su noveno “¡BAAAAAAA!” . El tipo había deshecho una manifestación en un instante, les metió el dedo con los diez dólares a toda esa mancha y todos felices se fueron a su sitio. No vaya a ser que les eche la “mala onda”.
BABA + BABA = ¿SAI BABA?
Bueno, el tipo habló. Para serles franco en el fondo me cago en esa literatura de tía pituca de Asia (la playita), esa que intenta leer sobre el control mental para buscar la manera de tirar con el chancho del marido sin hacerle arcadas, sabiendo que si le hace ascos se queda sin casa de playa ni BMW y, peor, sin club. Así que se lee todo lo que puede de ese tipo de cosas que hagan que su mente esté en otro lado.
Contó una anécdota cojudísima, nombró a algunos famosos que eran “amigos” suyos, tipo Bono, Meg Ryan, no sé, como para decirte “mira zonso con quién estás”… y se soltó un solo de sentido común mezclado con filosofía de galletitas de la suerte. Es decir, mejores cosas lees en un blog. (En serio que algunos deberían meterse a gurús)
La Lobita, Sylvia y yo nos mirábamos. Fue entonces que no pude más y le pregunté a una amiga (de esas que sí creen todito… va a Asia pues) si estaba entendiendo algo y me respondió extasiada y con una sonrisa que ni el Xanax: “la verdad está un poco difícil, pero ya ahorita lo capto… está bacán.”
La verdad… no estaba diciendo ni mierda. Pero la gente siempre se subestima y creen que son ellos los que no entienden. Chapé la mano de la Loba, ella la de Sylvia y nos paramos rumbo a la puerta.
El Deepak dejó de hablar. Nos miró con sus ojitos negros negros y guardó silencio. Nosotros ni lo miramos (no vaya a ser que nos mande su maldición… por siaca, carajo) y nos dirigimos a la puerta en medio del silencio y la mirada de más de 2000 personas que nos miraron extrañadas (horrible la situación, en serio). Encima la cojuda de la puerta nos pregunta escandalizada: ¿¿¿¿Se vaaaan???? “abre nomás, al toque”
Nos liberamos. Nos fuimos a tomar un vino y a ser libres. Ahí empecé a creer en el bendito “Sincrodestino” . En una mesa del Haití (decadentes y felices) hasta la madrugada.
NOTA AL PIE SOBRE DEEPAK (Así en confianza, ya que lo miré y nos miró)
Investigué pues y encontré un culo de perlas (un rosario completo) y les transcribo algunas para los que todavía creen:
-En el “Centro de Salud Maharishi Ayurveda Para el Manejo del Estrés” en Lancaster, Massachusetts, institución de Chopra, los pacientes con enfermedades graves pagan con frecuencia cientos o miles de dólares por consultas astrológicas, y se les recetan yagyas, ceremonias religiosas destinadas a solicitar ayuda a las deidades hindúes. Estas ceremonias también requieren fuertes desembolsos, pero los pacientes no pueden presenciar su realización.
-En 1994, la revista Forbes se refirió a Deepak Chopra como “el último, hasta ahora, de una serie de gurús que han prosperado combinando ciencia pop, sicología pop e hinduísmo pop”.
-Chopra ha sido demandado por el profesor Robert Sapolsky de la Universidad de Stanford, quien demostró que en el libro Ageless Body, Timeless Mind (“Cuerpo sin edad, mente sin tiempo”) se habían plagiado varias partes de su obra Behavioral Endocrinology. Posteriormente se llegó a un acuerdo fuera de tribunales, a favor de Sapolsky. O sea, con billete se arregla todo.
Amén, hermanos y hermanas. ¡¡¡¡OOOOMMMM!!!
14 comentarios
Ommmmmmmmmm! hermano, creo que este tipo es súper inteligente y todo un campeón, total, si es como dices (yo casi no lo conozco) se lleva el dinero que quiere, casi sin hacer ni m.
Me cago con los comentarios en inglés que se cuelan... borro uno y aparecen dos... la cagada... ¿ahora?
En serio la hace linda, Edú.
¡¡¡AUXILIOOOOOO!!!!!! ¿¿¿¿¿Qué hago con estas publicidades asquerosaaaaas?????
¡¡¡¡Edúúúúú!!!! Tú me metiste en esto... ahora ayúdameeeeeee!!!!!
Sobre el post anterior:
Haces maquetas para tu clase de Dirección de Arte? Yo también las hacía! Era atroz!
Donde estudias?
esa que intenta leer sobre el control mental para buscar la manera de tirar con el chancho del marido sin hacerle arcadas.
que buen pedazo de realismo utópico.
Sí, me gusta aderezar con adjetivos innecesarios.
esa soy yo. wanna fight? (eso me lo digo a mí misma)
muy cierto lo q dice eduardo... guru o no guru es mas pendejo que tu y yo juntos... buenos verdes en cada sesion...
Yo no lo he leido, pero sí se que para muchos es un ídolo. Como dicen, sea como sea, el patita se embolsica millones a nuestras costillas!!!
Oye qe son esos anonimos en ingles, osea que ahora SPAM hasta en el blog??? QUE COLERA!
Gang, un poco de poesía te habría salido: "gurú o no gurú, ese cojudo es más pendejo que tú..."
te dire que el año pasado uno de los regalos de cumpleaños que recibi fue un libro suyo, puaj!! siempre siempre, e odiado, los libros de autoayuda y todas esas shits que disque te enseñan a ser mejor persona a combatir los demonios, a ser lider, a ser super mama , super papa, super macho latino ante las voluntades del sistema y cosas jajaja que ya comienzo a inventar, bueno, llega el regalo, y como ya sabia que era, sonrei y agradeci, a la semana, cumpleaños de una amiga, que si lee esas cositas, se lo regale, y pago su platita para ver al fulano... seee, gracias a mi, salio mas creida que nunca que el tipo es un dios!!!!
culpable si lo acepto.. pero... era ella o yo
jeje
besooo muaks
ese Deepak es un estafador,no entiendo cómo la gente le cree supongo q necesitan algo cool en q creer,jajaja something nice.
Igual se mete los billes al bolsillo $_$
“Vamos a hacer un ejercicio de concentración para sintonizarnos con la putaqueloparió”
Esta es la oración más divertida que he leído sobre la semana.
Sobre Deepak, bueno, es un gran Maestro... del merchandising. Espero que seas un buen discípulo.
Saludos,
Flavio.
chopra tiene un gran secreto!!!... pero no debo revelarlo por aquì !
que asco lo del plagio por cierto. no me agrdaba antes, me agrada menos ahora.
La culpa no es del chancho sino de los miles de giles que le frotan el lomo. El Chopra, como otros antes, la hará en grande antes de que se le destape el tarro con mierda y pase a retiro en una cómoda y segura mansión en Miami o en Suiza, cualquier lado menos la pestosa India, llena de pobres y estresados que no pudo curar (ni tampoco currar) Lo que más indigna es lo idiota que es la gente con mucha guita para que se la regale a este hipócrita en lugar de ayudar a los pobres de su propio país! Aquí circula un auto que tiene una pegatina: La estupidez debería doler. Qué pena que no es así porque el mundo podría andar un poquito mejor. Saludos desde México.
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