¡Llame ya! ¡Llame AHORA!
A b u r r i m i e n t o .
Es un domingo por la tarde y estoy en la casa de la Lobita. Ella está en la laptop mientras yo hago zaping viendo, sin ver, los casi cien canales del cable. Me detengo en uno. Otra vez el mismo programa, la misma promesa mágica. Me la vuelvo a creer. Lo he visto miles de veces y me sigue fascinando. La producción es malaza, el tonito del locutor es peor que la del vendedor de matamoscas del mercado.
Y aparece él. Bien al terno, presentado como el “Gurú” internacional especialista en pérdida de peso. Bueno, el espacio lo paga él, así que podemos decir que es él quien se autodenominó así. Su nombre es Jorge Hané y más de uno de nosotros hemos llegado a ver en su sonrisa blanquísima y sus bucles de peluquería la salvación para los rollitos y el camino a la perfección “sin dietas ni ejercicios”.
Pero ¿quién es este tipo y de dónde salió? Una búsqueda simple por Google arroja algunas luces:
Jorge Hané, ciudadano colombiano autodenominado “científico” pero sin ningún título que lo respalde. Es lo que en Argentina se denomina “trucho” y aquí, en Perú, “bamba”. Este señor vive hace más de veinte años en Florida y hace poco es presidente de un pool de empresas que venden artículos por televisión.
La cifra, quiero la cifra de la corporación y tipeo frenético, comparo datos, busco de nuevo ¡y se va la bolita! ¿quién da más? El guarismo es casi el mismo en la mayoría de sitios y es digno de invocar a su madre en voz alta: ¡Conchasumadre! ¡120 billones de dólares por año!
En algún sitio leo una frase, no sé si firmada por él, pero reza: "La inteligencia tiene límites; lo que no tiene límites es la estupidez. Aprovechémoslo".
O b j e t o s i n ú t i l e s p a r a m e n t e s i n ú t i l e s .
¿Qué vende este señor que tiene tanta demanda? ¿Es acaso tecnología de última generación? ¿Son productos de consumo masivo, baratos y a granel? Nada de eso. Vende el producto más exitoso y caro de la historia: fantasías.
Claro, hay un límite entre la fantasía y la mentira, sobre todo cuando promete que con sus armatostes de plástico y goma se puede obtener el culo de Jennifer Lopez o parecerse al papacito de Brad Pitt (no importa si uno es trigueño, mide un metro sesenta, es calvo y tiene granos)
Pero la creación más exitosa de este vendedor de sebo de culebra moderno son unas capsulitas llamadas “Reduce Fat Fast”. Gracias a estas este señor, que no cuenta con título de médico, ni de químico, menos de bioquímico o farmacéutico, promete a los millones de sufridos y ávidos obesos de toda América que es la única manera de bajar de peso sin sufrimientos y tan fácil como tomarlas antes de reventarse el pastel con crema que vemos en pantalla.
Regios y regias comen hamburguesas y devoran pasteles en bikini, demostrando que es posible vivir en el paraíso de la delgadez y tragar sin bulimias ni vómitos inducidos.
¿ C u á n t o l e c u e s t a c u a n t o l e v a l e ?
Saberlo tan fácil como levantar y hacer una llamada, pagar es fácil: los diez y seis números de la tarjeta VISA o MASTERCARD. Lo feo es lo que va a venir en nuestra cuenta: el pomito y la promesa está “a sólo” US$ 150.00 dólares sin incluir el envío. Esta es la dosis para quince días… ¡quince días y de ahí a comprar otro frasco! En fin, es un precio que algunos querrían pagar para adelgazar… pero ¿realmente funciona?
Algo conozco de dietas, así que investigué un poco más sobre lo que hacen los componentes del bendito “Reduce Fat Fast.”. Una simple celulosa que hace que los aceites y las grasas se adhieran y aglomeren. Para lograr aglomerar y defecar el contenido de grasa de un pastel de chocolate o el contenido en un bife… se necesitaría casi todo el bendito frasco.
Eso sin contar que el glucógeno que lucimos en el cuerpo (los rollitos) no se reducirán en nada. No tiene ningún componente que lo haga, a pesar que garantice quemar 150% más grasa que otros productos “quema grasa”. Lo que sí encontré fueron estudios en donde se decía que el consumo de estas cápsulas producían insomnio, mareos, enterocolitis, hipotensión y decaimiento general.
No importa, imaginemos que se cumple la primera promesa (aglomerar la grasa que se ingiere y expulsarla sin procesarla) y la segunda (eliminar la grasa acumulada en el cuerpo).. ¿qué pasa con los carbohidratos como el pan, las harinas, el azúcar, Etc? Nada, se acumularían igual.
Como diría alguna abuela preocupada: “si te ofrecen demasiado… duda hijita”
¿A alguno de ustedes le ha pasado?
Yo sigo a dieta… pero seguro (de que el fin de semana me reviento otra pizza escuchando a Jorge Hané)
Es un domingo por la tarde y estoy en la casa de la Lobita. Ella está en la laptop mientras yo hago zaping viendo, sin ver, los casi cien canales del cable. Me detengo en uno. Otra vez el mismo programa, la misma promesa mágica. Me la vuelvo a creer. Lo he visto miles de veces y me sigue fascinando. La producción es malaza, el tonito del locutor es peor que la del vendedor de matamoscas del mercado.
Y aparece él. Bien al terno, presentado como el “Gurú” internacional especialista en pérdida de peso. Bueno, el espacio lo paga él, así que podemos decir que es él quien se autodenominó así. Su nombre es Jorge Hané y más de uno de nosotros hemos llegado a ver en su sonrisa blanquísima y sus bucles de peluquería la salvación para los rollitos y el camino a la perfección “sin dietas ni ejercicios”.
Pero ¿quién es este tipo y de dónde salió? Una búsqueda simple por Google arroja algunas luces:
Jorge Hané, ciudadano colombiano autodenominado “científico” pero sin ningún título que lo respalde. Es lo que en Argentina se denomina “trucho” y aquí, en Perú, “bamba”. Este señor vive hace más de veinte años en Florida y hace poco es presidente de un pool de empresas que venden artículos por televisión.
La cifra, quiero la cifra de la corporación y tipeo frenético, comparo datos, busco de nuevo ¡y se va la bolita! ¿quién da más? El guarismo es casi el mismo en la mayoría de sitios y es digno de invocar a su madre en voz alta: ¡Conchasumadre! ¡120 billones de dólares por año!
En algún sitio leo una frase, no sé si firmada por él, pero reza: "La inteligencia tiene límites; lo que no tiene límites es la estupidez. Aprovechémoslo".
O b j e t o s i n ú t i l e s p a r a m e n t e s i n ú t i l e s .
¿Qué vende este señor que tiene tanta demanda? ¿Es acaso tecnología de última generación? ¿Son productos de consumo masivo, baratos y a granel? Nada de eso. Vende el producto más exitoso y caro de la historia: fantasías.
Claro, hay un límite entre la fantasía y la mentira, sobre todo cuando promete que con sus armatostes de plástico y goma se puede obtener el culo de Jennifer Lopez o parecerse al papacito de Brad Pitt (no importa si uno es trigueño, mide un metro sesenta, es calvo y tiene granos)
Pero la creación más exitosa de este vendedor de sebo de culebra moderno son unas capsulitas llamadas “Reduce Fat Fast”. Gracias a estas este señor, que no cuenta con título de médico, ni de químico, menos de bioquímico o farmacéutico, promete a los millones de sufridos y ávidos obesos de toda América que es la única manera de bajar de peso sin sufrimientos y tan fácil como tomarlas antes de reventarse el pastel con crema que vemos en pantalla.
Regios y regias comen hamburguesas y devoran pasteles en bikini, demostrando que es posible vivir en el paraíso de la delgadez y tragar sin bulimias ni vómitos inducidos.
¿ C u á n t o l e c u e s t a c u a n t o l e v a l e ?
Saberlo tan fácil como levantar y hacer una llamada, pagar es fácil: los diez y seis números de la tarjeta VISA o MASTERCARD. Lo feo es lo que va a venir en nuestra cuenta: el pomito y la promesa está “a sólo” US$ 150.00 dólares sin incluir el envío. Esta es la dosis para quince días… ¡quince días y de ahí a comprar otro frasco! En fin, es un precio que algunos querrían pagar para adelgazar… pero ¿realmente funciona?
Algo conozco de dietas, así que investigué un poco más sobre lo que hacen los componentes del bendito “Reduce Fat Fast.”. Una simple celulosa que hace que los aceites y las grasas se adhieran y aglomeren. Para lograr aglomerar y defecar el contenido de grasa de un pastel de chocolate o el contenido en un bife… se necesitaría casi todo el bendito frasco.
Eso sin contar que el glucógeno que lucimos en el cuerpo (los rollitos) no se reducirán en nada. No tiene ningún componente que lo haga, a pesar que garantice quemar 150% más grasa que otros productos “quema grasa”. Lo que sí encontré fueron estudios en donde se decía que el consumo de estas cápsulas producían insomnio, mareos, enterocolitis, hipotensión y decaimiento general.
No importa, imaginemos que se cumple la primera promesa (aglomerar la grasa que se ingiere y expulsarla sin procesarla) y la segunda (eliminar la grasa acumulada en el cuerpo).. ¿qué pasa con los carbohidratos como el pan, las harinas, el azúcar, Etc? Nada, se acumularían igual.
Como diría alguna abuela preocupada: “si te ofrecen demasiado… duda hijita”
¿A alguno de ustedes le ha pasado?
Yo sigo a dieta… pero seguro (de que el fin de semana me reviento otra pizza escuchando a Jorge Hané)
12 comentarios
jaja, odin!!! odin!!! una tia mia tomo eso de lo que hablas!! y bajo de peso, ahora, no se si se concientiso tanto obre los resultados que simplemente bajo, o fue el medicamento, pero, algo raro hay ahi!!! es que no le costo tanto!!! es mas, poquisimo, 150 soles!!!!! ¬¬ capaz el efecto resulto de ser una medicina pasada? jajajaja
tu manera de escribir esto me causo mucha curiosidad, encontre una frase familiar en cada tema de estos o de apuestas!!! "y sale la bolitaa" XD
besos !!
a cierto, yo aun creo en el special bra jajaja para el busto XD
triste mi vidaaaa
oh no!
osea que he pagado mis 150 bucks por gusto?
ja ja
Mi mami se llegó a comprar.
Con razón está tan loca.
Que terrible no??? Como juegan con nuestros sentimientos (y nuestro bolsillo!). La verdad es que yo he probado de todo, y NADA funciona como lo hace la DIETA y el EJERCICIO. Esa es la pura verdad...podemos quizas aprovecharnos y vender la fórmula secreta: "No comer en exceso, no mezclar Proteinas con carbs, tomar harta agua, hacer 30 mins de algun ej. aerobico diario (minimo), NADA de pasteles, dulces, azucar, etc".
Son 150 dolares, gracias.
tienes toda la razon, pero desgraciadamente esos productos seguirán vendiéndose a gente deseperada por obtener beneficios sin esforzarse.
pd. gracias por la visita!
Las abuelitas dicen por eso nunca se equivocan. Grande con el estudio.Mucha huevada venden en la tele. LA TORTUGA se compro esa cosa para darse toques electricos en la panza. Lo unico que consiguio fue una picana portatil.
Mientras yo...ME QUEDO PEGADA a las maquinas de helados y demas cochinadas que pican , muele, destrozan.
Por otro lado Lobito,dietas...Mi unica dieta es el rico cafe.
Puede ser. Pero creo que a la mayoría no le gusta que la engañen. Hay gente que QUIERE algo, no todos QUIEREN CREER algo.
Obviamente para muchos, como tú dices, es más cómodo pensar que todo está en su sitio, todo el establishment debe seguir así, sin mucha palta, muy burgués (pof, hacen huelga, ensucian la calle con los muertos esos sindicalistas, aj, esa gente que no sabe leer qué se cree que se revela...)
Por eso existen estas iglesias de los brasileros que se levantan el billete de las personas más humildes... esto es lo que aprovechan las corporaciones que quieren hacerte creer que Disneylandia es real, muy de los países que te venden armas, luego te cobran con intereses y como no puedes pagarles te invaden colocàndote como un enemigo mundial.
Es linda la fantasía. Es lindo y bueno CREER. Es rico, Lobita. Pero, como digo en el post, hay una pequeña línea entre la fantasía y el engaño.
Y, personalmente, odio el engaño. Sobre todo a la gente que realmente necesita algo.
Beso, Lobita.
Ja. Yo también me quedo viendo cuando ofrecen productos. Siempre es divertido ver vendedores de sebo de culebra.
--Aunque debo decir que aparentemente no todo es malo. Mi hermana se compró hace poco un trapeador que se seca sin que tengas que escurrirlo con tus manos. Por supuesto, no el original sino versión cachina, y debo decir que es muy bueno.
Remito lo que me dijo la Lobita en privado por el comentario que respondí: "a veces la gente sabe que la están engañando y le importa un bledo. Hay veces en que creer es más importante que tener la verdad. Es increíble pero es así. Aunque no siempre. Depende del momento de cada quién."
Tal vez. No soy el dueño de la verdad.
1. Me gusta el bronceado de ese hombre.
2. Mi aumento de peso ha sido tan vertiginoso que ya estoy en un punto en el cual creo en cualquier cosa, en cualquier solucion desesperada que excluya a la lipo . Y...como conciliar la línea con el amor por la gastronomía?
3. Siguen dando ese hilarante programa en el canal 13, una suerte de "Telemercado" muy a la peruana, donde mostraban una serie de productos casi surrealistas? No recuerdo el nombre... pero los que vendian los productos siempre decian "mira ve"...
Mira ve amigo, amiga: se llamaba (o se llama) algo así como Teleferia... algo bien creativo de ese tipo.
la verdad de la milanesa es que para adelgazar hay que cerrar el pico y ponerse a sudar.
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