Marloboro Man
El combate se extendiĂ³ por varios dĂas. Los soldados venidos desde el otro lado del mundo, algunos granjeros reciĂ©n salidos de la escuela, se convirtieron en hombres con cada segundo de esas horas interminables.
Cae la tarde y, a pesar del cese del fuego, comparten en silencio la revelaciĂ³n de encontrarse acorralados de por vida. No por el enemigo, sino por el manto oscuro de la guerra.
James Blake, el joven soldado que vino de Kentucky, compartiĂ³ el silencio con el resto de sus compañeros. Tal vez era la sordera momentĂ¡nea en el oĂdo izquierdo y la total en el derecho, desde donde nacĂa un pequeño hilito de sangre por culpa de los bombardeos. O tal vez, simplemente, no habĂa nada que decir.
Se sentĂ³ en una roca, en medio del desierto a miles de kilĂ³metros de su casa y de sus tierras, y sacĂ³ un torcido Marloboro, se lo puso en la boca y lo encendiĂ³. Ni la presencia del fotĂ³grafo ni el flash de la cĂ¡mara rescataron su mirada del vacĂo mientras encendĂa el cigarro.
La foto se enviĂ³ a Estados Unidos, donde se convirtiĂ³ en titular de miles de diarios, apareciĂ³ en cientos de artĂculos de revistas, plagĂ³ los programas de televisiĂ³n. Todos hablaban del Marloboro Man.
James se habĂa convertido en el Marine mĂ¡s famoso de la guerra de Irak.
El ejĂ©rcito encontrĂ³ en James al Ăcono que estaban buscando y decidieron protegerlo. AsĂ fue como lo trasladaron a un lugar donde pudiera ser entrevistado, donde se pudiera mantener a salvo al sĂmbolo Americano: lo mantuvieron en la retaguardia
Lo retiraron del combate. AhĂ James tuvo muchos problemas fĂsicos. Tal vez todos los tenĂan igual que Ă©l, pero los ojos de NorteamĂ©rica estaban sobre los suyos. AsĂ que fue repatriado.
James llegĂ³ a Kentucky, pero no pudo volver a los campos ni continuar su vida. Poco a poco le hicieron diversos anĂ¡lisis. Le diagnosticaron con EstrĂ©s Post traumĂ¡tico (lo sufren 1 de cada 3 soldados al regresar a casa).
James no puede dormir y cuando, al final puede sumergirse en ese par de horas necesarias para vivir tiene un "tic" con el dedo: hala del gatillo constantemente y sufre de terribles espasmos. Como si reviviera eternamente sus dĂas en Irak.
Hoy James Blake Miller cobra US$ 2000 dĂ³lares de pensiĂ³n porque ya es un jubilado debido a su invalidez mental permanente.
James Blake tiene 21 años y ya es un jubilado.
El es el Marloboro Man.
Cae la tarde y, a pesar del cese del fuego, comparten en silencio la revelaciĂ³n de encontrarse acorralados de por vida. No por el enemigo, sino por el manto oscuro de la guerra.
James Blake, el joven soldado que vino de Kentucky, compartiĂ³ el silencio con el resto de sus compañeros. Tal vez era la sordera momentĂ¡nea en el oĂdo izquierdo y la total en el derecho, desde donde nacĂa un pequeño hilito de sangre por culpa de los bombardeos. O tal vez, simplemente, no habĂa nada que decir.
Se sentĂ³ en una roca, en medio del desierto a miles de kilĂ³metros de su casa y de sus tierras, y sacĂ³ un torcido Marloboro, se lo puso en la boca y lo encendiĂ³. Ni la presencia del fotĂ³grafo ni el flash de la cĂ¡mara rescataron su mirada del vacĂo mientras encendĂa el cigarro.
La foto se enviĂ³ a Estados Unidos, donde se convirtiĂ³ en titular de miles de diarios, apareciĂ³ en cientos de artĂculos de revistas, plagĂ³ los programas de televisiĂ³n. Todos hablaban del Marloboro Man.
James se habĂa convertido en el Marine mĂ¡s famoso de la guerra de Irak.
El ejĂ©rcito encontrĂ³ en James al Ăcono que estaban buscando y decidieron protegerlo. AsĂ fue como lo trasladaron a un lugar donde pudiera ser entrevistado, donde se pudiera mantener a salvo al sĂmbolo Americano: lo mantuvieron en la retaguardia
Lo retiraron del combate. AhĂ James tuvo muchos problemas fĂsicos. Tal vez todos los tenĂan igual que Ă©l, pero los ojos de NorteamĂ©rica estaban sobre los suyos. AsĂ que fue repatriado.
James llegĂ³ a Kentucky, pero no pudo volver a los campos ni continuar su vida. Poco a poco le hicieron diversos anĂ¡lisis. Le diagnosticaron con EstrĂ©s Post traumĂ¡tico (lo sufren 1 de cada 3 soldados al regresar a casa).
James no puede dormir y cuando, al final puede sumergirse en ese par de horas necesarias para vivir tiene un "tic" con el dedo: hala del gatillo constantemente y sufre de terribles espasmos. Como si reviviera eternamente sus dĂas en Irak.
Hoy James Blake Miller cobra US$ 2000 dĂ³lares de pensiĂ³n porque ya es un jubilado debido a su invalidez mental permanente.
James Blake tiene 21 años y ya es un jubilado.
El es el Marloboro Man.
7 comentarios
digno representante de la mayoria norteamericana.... las masas o el soldado son usados como dignos ejemplos (Whether as the american dream, or the ultimate warrior) usados y explotados, solo pantallas para distraer la aatencion de la verdadera porqueria moral de sus governantes.
marloboro man!.... pobre muchachito, nunca pidio ir a la guerra para regresar lisiado ni hacerlas de payaso de la america corporativa, creyo en lo que el gobierno le vendio... iria por unos meses, a llevar justicia y paz a una sociedad caotica, el y sus similares serian los mesias en irak.
que cagada de mundo lobo, que cagada de mundo.
Imaginate cuantos James habran?? Tan chiquitos y sufriendo tanto...QUE DESGRACIA. :(
Que chocante. Parece que todos tuvieramos la misma mirada del tipo del cigarrillo, mirando sin ver. Al terminar de leer este artĂculo, la realidad tambien serĂ¡ olvidada.
Un marine de 21 años mirando lo que otros no pueden ver, su propia mierda difuminada, su vida en cero, su no vida.
Y luego la mente se altera y ya no imagina, sĂ³lo vaga ...
La guerra se lleva todo y lo sabemos. La cuestiĂ³n es no olvidarlo...
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