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Guerra de hamburguesas

Algunas guerras se ganan sin pelear: enfrentamientos de largo aliento donde el mĂ¡s dĂ©bil, luego de mirar al enemigo sin mover un pelo, termina por parpadear; otras silenciosas, en las que los antagonistas actĂºan como si el otro no existiese: cada uno se infla y pavonea como el mĂ¡s poderoso solo para ganar aliados; y tambiĂ©n las que son definidas por el cariño (u odio) de la comunidad. No importa quiĂ©n metiĂ³ mĂ¡s goles o quĂ© boxeador se llevĂ³ el cinturĂ³n. CampeĂ³n serĂ¡ el que estĂ© en el corazĂ³n de la gente.

Ganando territorio

El mĂ¡rketing tiene mucho de estrategia bĂ©lica. Hay ejĂ©rcitos poderosos e invencibles pero tambiĂ©n hay guerrillas pequeñas, capaces de debilitar imperios eternos. Directores, analistas, creativos, vendedores de una marca, forman parte de un batallĂ³n que no duerme pensando en cĂ³mo ganar terreno utilizando tĂ¡ctica y fuerza. Sin embargo, a veces, gana la diplomacia.

Hace unos dĂ­as Burger King, una de las mĂ¡s conocidas cadenas de comida rĂ¡pida, generĂ³ polĂ©mica al hacer una propuesta pĂºblica a Mc Donald´s (su competidor directo) para un "alto al fuego" en la "guerra de las hamburguesas" y promover asĂ­ el DĂ­a de la Paz, (21 de setiembre) iniciativa de la organizaciĂ³n "Peace One Day".

Algo así como "El día del niño" pero con esteroides


Esta propuesta fue lanzada de manera global mediante redes sociales y el site mcwhopper.com, creado especialmente para explicar dicha propuesta, en el que explican la receta de la hamburguesa, dĂ³nde y cĂ³mo se ofrecerĂ­a e incluso el uniforme especial que tendrĂ­an los colaboradores de ambas cadenas de comida al paso. 

Todos los medios de comunicaciĂ³n hicieron eco rĂ¡pidamente de la noticia, no es sorpresa que este tipo de propuestas simbĂ³licas (paz, medioambiente, protecciĂ³n animal, etc) sean adoptadas por el pĂºblico sin pensar. Quienes hemos comandado equipos de mĂ¡rketing conocemos este tipo de estrategias emocionales que canalizan el apoyo de la poblaciĂ³n a "nuestra lucha" (que no es otra en el fondo, que ganarle terreno a la competencia).

El engendro: la McWhopper.

Desde el inicio del combate ya habĂ­a ganador: Burger King. Eso de "quien golpea primero, golpea dos veces" es una verdad de perogrullo y, salvo algĂºn movimiento genial e inesperado, todos los flancos de McDonald´s estaban cubiertos: si aceptaba, estarĂ­a afirmando que la idea de BK fue genial y (pucha, cĂ³mo no se nos ocurriĂ³ a nosotros antes, se nos pasan las cosas aquĂ­ en McDonald´s) multiplicando el brand awareness de la competencia, incluso entre sus propios clientes. Por el contrario, si no aceptaba, serĂ­a "el malo de la pelĂ­cula" (ala, cĂ³mo va a decirle no a "la paz", hay que ser muy malo y mercantilista para hacer algo asĂ­). 

"QuĂ© lindo serĂ­a el mundo, unamos banderas, combinemos himnos"...  parfavar...

Dos caminos: uno que llevaría al enemigo al triunfo (pierdo el liderazgo) y el otro me lleva al fracaso (quedo como el malo). Salvo, como decía líneas arriba, un movimiento inesperado y genial de la marca, no había otra ruta. Así que preparamos canchita y esperamos a ver qué pasaba.

Al final el camino elegido, como era obvio, fue declinar.  El fin de la guerra (o el comienzo de una nueva) se firmĂ³ en Facebook, en territorio de McDonald´s, con un post de Steve McDonald´s:




"Estimado Burger King,
InspiraciĂ³n para una buena causa ... gran idea.
Nos encanta la intenciĂ³n, pero creo que nuestras dos marcas podrĂ­an hacer algo mĂ¡s grande para hacer realmente la diferencia.
Nos comprometemos a darlo a conocer en todo el mundo, pero te unirĂ­as a nosotros en un esfuerzo global significativo?
Todos los dĂ­as, como sabemos, entre nosotros no hay mĂ¡s que una amistosa competencia de negocios, y desde luego no las incomparables circunstancias del dolor real y el sufrimiento de la guerra.

Estamos en contacto.
CEO -Steve, McDonalds
PD PodrĂ­as hacer una simple llamada telefĂ³nica la prĂ³xima vez."

Auch.

MĂ¡s allĂ¡ de si es efectivo este mensaje, si logra o no librarse del enfrentamiento, hay tres puntos clave con los que buscan, en el fondo, minimizar los daños (que, como veremos en los comentarios, serĂ¡n masivos).

Se viene la tormenta de arena

1. ¿Te unirĂ­as a nosotros en un esfuerzo global significativo?
Uyuyuy, aquĂ­ le estĂ¡ dando la vuelta a la tortilla. "No acepto, ok, golpĂ©enme por eso. Pero ¿tĂº aceptarĂ­as una propuesta que venga de nosotros?" y un millĂ³n de ojos ahora miran a BK expectantes. ¿lo harĂ­a?

2. Entre nosotros no hay mĂ¡s que una amistosa competencia de negocios y no las circunstancias de la guerra. 
¿No es acaso vano y hasta inmoral hacer una campaña de mĂ¡rketing poniendo en el tapete una situaciĂ³n tan terrible y dolorosa como la guerra? MĂ¡s o menos dice eso en otras palabras.


3. PodrĂ­as hacer una simple llamada telefĂ³nica la prĂ³xima vez
"Es obvio que estĂ¡s intentando llamar la atenciĂ³n." Si realmente querĂ­a hacer algo por la paz mundial, podrĂ­an haberlo conversado (primero) en privado y lanzar algo juntos.

¿Es adecuada la respuesta de McDonald´s? Igual pierden pero creo que no habĂ­a otro camino. Era el precipicio o el campo minado. Ahora tienen que centrarse en recuperar terreno y contraatacar. De hecho, tal como pensamos desde el inicio, el rechazo era el camino previsible de una marca de la envergadura de McDonald´s.

VeĂ¡moslo como estrategas, sin hambre, apasionamiento ni motivaciones romĂ¡nticas: disfrĂ¡zalo de lo que quieras, ES un anuncio de BurgerKing. Y McDonald´s lo estarĂ­a apoyando.

Esto es, adornos mĂ¡s o menos, una publicidad de BK.

Puede ser que la clave estĂ© en el post de McDonald´s: una contrapropuesta (mucho mĂ¡s grande) que obligue a BK a ceder (volverse seguidor) o enfrentarse (rechazarlos), algo que le quite la mĂ¡scara de "buena voluntad y trascendencia" a algo que solo es, como dice Steve McDonalds, una "amistosa competencia de negocios". 

Parece que terminĂ³ la Guerra FrĂ­a y no son tiempos de paz necesariamente los que se vienen. 

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