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"Los 3 Villalobos"

Cuenta una vieja leyenda familiar, que en la Cuba de los años 40 un muy querido hombre de campo, y patriarca de la familia Villalobos, fue asesinado al lado del menor de sus hijos. Se iniciĂ³ asĂ­ una serie de crĂ­menes con el fin de despojar a los campesinos de sus tierras, veinte años antes de la revoluciĂ³n.

Es en medio de estos humeantes cañaverales que surgen tres hermanos dispuestos a cobrar venganza, en nombre del padre, y combatir las injusticias sufridas por quienes habitan sus predios.

AsĂ­ nace el mito de los hermanos MiguelĂ³n, "Machito" y Rodolfo Villalobos, y sus aventuras justicieras en un auroral western cubano con todas las de la ley: justicieros, villanos, caballos, sombreros y botas. Y balas, muchas balas.
  


 
No puedo dar fe de la veracidad de esta historia, es mĂ¡s: la leyenda real acaba de ser sazonada, lĂ­neas arriba y maliciosamente, con especias de la casa; pero lo que no se puede negar es la existencia de estos tres justicieros. "Los tres Villalobos" vivieron y siguen vivos como cualquier otro superhĂ©roe de historieta o del cine. 

La historia y los personajes de "Los tres Villalobos" han tenido un recorrido mĂ¡s extenso que cualquier millonario de Ciudad GĂ³tica o hijo predilecto de KriptĂ³n. 

La voz del locutor debe haber comenzado con el slogan: "Los episodios mĂ¡s famosos que se hayan transmitido por Radio hasta ahora" (era 1943) era la señal que indicaba que comenzaba un episodio mĂ¡s de la serie, de estos justicieros a caballo, escrita por Armando Couto y auspiciada por "Elsa, el jabĂ³n que encanta".

Las aventuras de "Los tres Villalobos" fue un hit. La serie radial se exportĂ³ a MĂ©xico y de ahĂ­ a Venezuela, donde se siguiĂ³ escuchando hasta los años 50. En paralelo aparecieron en revistas,  Ă¡lbumes de figuritas o postales. TambiĂ©n como tiras en periĂ³dicos.





El salto a la pantalla grande fue en MĂ©xico, en 1954. Fue el productor, director y guionista Fernando MĂ©ndez quien hizo la versiĂ³n fĂ­lmica de "Los tres Villalobos" seguida de "La venganza de los Villalobos".  Lo mismo pasĂ³ en Cuba un par de años despuĂ©s: se proyectĂ³ una versiĂ³n cubana llamada: "AquĂ­ estĂ¡n los Villalobos" y la secuela "El regreso de los Villalobos".



Casi 35 años despuĂ©s de su creaciĂ³n, la historia tenĂ­a seguidores en el Caribe, MĂ©xico y Venezuela, tanto asĂ­ que los personajes ingresaron con Ă©xito al febril mundo de las historietas mexicanas. La serie se dibujĂ³ desde 1977 hasta principios de los 80.

NingĂºn villano pudo vencer a estos tres hermanos en casi medio siglo. Sin embargo un paladĂ­n barbudo, vestido de olivo, habĂ­a comenzado a ahogarlos poco a poco: la idea de tres tipos, a lo cowboy, que ejercĂ­an venganza por su propia mano, rescatando a los oprimidos campesinos de la injusticia, no eran afines a la ideologĂ­a marxista-leninista ni a los principios de la revoluciĂ³n.

AĂºn con todo, los tres hermanos Villalobos salieron victoriosos: no solo salieron de la isla para convertirse en una historia latinoamericana, sino que en el 2008 renacieron de las cenizas en la misma televisiĂ³n cubana. Claro, un poco distinto: ahora es un culebrĂ³n mĂ¡s romĂ¡ntico, con cierto toque de denuncia contra la desigualdad latinoamericana. 




 ¡Bueh! pero viven.

¡Vamos MiguelĂ³n!








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