Pasar cinco años quejándonos de un congreso malogrado y elegir para su renovación nuevas bubas purulentas enraizadas en la mafia y la delincuencia, listas para explotar y multiplicarse, es algo bastante perverso. Vano es detenernos en los congresistas más votados, estos son ampliamente comentados y, aparentemente, ninguno de tus conocidos votó por ellos (o no quieren admitirlo). Mas bien fijémonos en quienes, gracias a esta resaca democrática, están “pasando piola” No terminaba de ponerse la banda y Ollanta Humala, con los zapatos lustrados cual cadete a punto de pasar revista, prometía una guerra frontal contra la minería ilegal. El Estado no podía titubear ante el monstruo que se comía la selva y, a la vez, succionaba la sangre a los más pobres explotándolos hasta el escándalo, no iba a permitir que continuase el tráfico de niñas y jóvenes, iba a detener el enriquecimiento de delincuentes y cortarle el caño a quienes financiaban mafias, produciendo sicarios en una fracción del tiempo que toma formar un policía.
50 mil hectáreas de bosque destruidas en Madre de Dios.
Eso dijo. Ayer volvieron a haber elecciones y falta nada para que devuelva la banda presidencial. ¿Qué cambió Humala? Seguro que los zapatos. La situación en zonas como Madre de Dios y Puno no es igual, está peor. Gregorio Santos queda primero en Cajamarca, donde lidera el movimiento antiminero y segundo en Puno, donde late como una llaga el centro poblado La Rinconada: un tajo concentrado con lo peor que se puede encontrar en este país. La gente quiere un cambio radical.
Una investigación de El Comercio revela que este 10 de abril, los peruanos hemos decidido darle poderes a quienes le dan de comer al monstruo ilegal; hemos oficializado el vertedero de químicos en el bosque, le hemos dado luz verde a las actividades vinculadas con la minería sin reglas, como la prostitución infantil, la trata de blancas y la explotación. Esta investigación nos demuestra cómo partidos con alta intención de voto han llevado al congreso a sentenciados o investigados por minería ilegal o actividades conexas. Uno de ellos es el empresario Modesto Figueroa Minaya, quien va por con el 3, para Madre de Dios, en el partido de Keiko. Esta joya es gerente de Corporación Grifera y, según El Comercio, se ha opuesto a la norma que fija la cuota de hidrocarburos con el objetivo de limitarles los insumos químicos. O sea, este señor no quiere que el monstruo deje de alimentarse, le malogra el negocio. Y no es una conjetura, ya en el 2014, le fue incautada una cisterna llena de combustible en La Pampa. Hoy podría ser congresista. Gracias, Perú.
Los mineros informales ahora están bien representados.
Pero el partido de Kenji, el más votado y a quien se le encontró cocaína en uno de sus almacenes, no es el único con una lista mafiosa. PPK lleva como cabeza de lista en Madre de Dios a Luis Alberto Bocangel Ramírez, ex alcalde provincial de Tambopata y acusado de ser propietario de dos dragas hidráulicas, costosas máquinas con la que los mineros ilegales secan los ríos en búsqueda de oro.
Otro que aparece en la investigación de Franscesca García Delgado, de El Comercio, es primero en la lista de Perú Posible para Madre de Dios: Eduardo Salhuana, nada menos que asesor legal de la Federación Minera, liderada por el dirigente de los mineros informales, Luis Otsuka y que hoy es gobernador regional.
Antes un paraíso, hoy el infierno.
Orestes Quino Tica, del Frente Amplio, Francisco Keler Rengifo Khan, número 2 por PPK, Gilbert Galindo Maytahuari, de Alianza para el Progreso, Javier Guido Núñez Llanos, de Todos por el Perú, Lucio Ávila Rojas, Manuel Rodríguez Rodríguez, y una lista que es posible no termine aquí.
Ayer los peruanos hemos hecho que algunos de ellos se dediquen a fiscalizar y proponer leyes durante los próximos 5 años, gozando de una muy cómoda inmunidad parlamentaria. Muy bien representados están entonces, los mineros ilegales.
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