Achicaprecio
Esa tarde habĂamos tomado mucho. Éramos un grupo grande, la mayorĂa empresarios y cocineros. Entre ellos estaba Toshi, a quien comenzaron a batir: "oe Toshi, canta tu canciĂ³n, tu canciĂ³n pueees" - ¿QuĂ© canciĂ³n? le preguntĂ© a alguien. - Es un cague de risa - me dijo. - El chino canta una canciĂ³n que te matas de risa- Toshi, con una sonrisa se negĂ³ calladamente. El vacilĂ³n cambiĂ³ de punto y, aprovechĂ¡ndome de eso, me acerquĂ© a preguntarle por lo que me acababan de decir: - Ellos se rĂen, pero esa canciĂ³n es importante para mĂ, sale del alma, del alma... - lo dijo con sentimiento y sin embargo no dejĂ³ de sonreĂr.
Toshiro Konishi en su papel de "Achicaprecio".
Siempre muy humilde, muy sonriente y con historias muy divertidas, como aquella que me contĂ³, tragos despuĂ©s, sobre la Ă©poca en la que fue imagen publicitaria de televisores National. IntentarĂ© representar lo mejor que pueda esa conversaciĂ³n:
"Tomaron foto para paneles publicitarios y estaba en todo Lima mi cara con los dedos juntos asĂ, diciendo ´ACHICAPRECIO´, en los 80s mi cara estaba en todos lados. De pronto llegĂ³ 90 y ya no vendĂan esos televisores. Desaparecieron paneles. Un dĂa yo regresaba a Lima en aviĂ³n, habĂa estado de viaje y yo relajado viendo por ventana, mirando las nubes, hasta que aviĂ³n comenzando a aterrizar. En eso veo algo que me parece conocido, abajo veo que se va acercando mientras aviĂ³n desciende. ¡Era mi cara! Estaba viendo mi cara riendo mirĂ¡ndome mientras yo bajaba en aviĂ³n: alguien estaba usando panel viejo como techo para su casa y estaba yo mirĂ¡ndolo... ¡rara sensaciĂ³n saludarse uno mismo desde el cielo!"
Pasaron los tragos y al final cantaste. No fue particularmente una canciĂ³n divertida, de hecho vi asomar un par de lĂ¡grimas mientras los demĂ¡s celebraban tu teatralidad e intentos de barĂtono. Me quedĂ³, sin embargo, una gran curiosidad por saber quĂ© significaba Sakura y pude ver que mĂ¡s allĂ¡ de ser una de las mĂ¡s tradicionales del JapĂ³n, es una canciĂ³n a la flor del cerezo, que tiene una vida bella pero efĂmera. Incluso se les relaciona con los samurais, ya que estos tenĂan vidas intensas y cortas a la vez.
¡Oyasuminasai!, maestro Toshiro. Esta vez el saludo es de la tierra al cielo.
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