Header Ads

Se viene el huayco


-Se viene el huayco...
Inmediatamente todos se paralizan y bajan la voz. Me miran con sospecha.  -Es inevitable, si no nos abrimos un poco y dejamos que chorree, que pase por dĂ³nde debe pasar, va a arrasar con todo. -De quĂ© estĂ¡s hablando, sobrino. Mucho whisky- risas. -No, no. solo hay que darse una vuelta por arriba, esto no aguanta mĂ¡s, se viene tremendo huayco. -Mira compadre, a ti no te conviene el huayco vives aquĂ­ cerca, eres de los nuestros, no tienes nada que ver con lo que pasa allĂ¡ arriba. -¿Pero eso quĂ© tiene que ver? Yo solo digo que tenemos que hacer algo porque se viene. -No sabes lo que estĂ¡s hablando. Ya, no hablemos de eso que pones nerviosos a todos. -No, no, dĂ©jalo que argumente, porque nunca hemos tenido una estructura mĂ¡s sĂ³lida. Roca pura. Hemos crecido y es concreto puro. ¿SĂ­ o no? -Asi es, pero a estos chicos les gusta jugar a ser apocalĂ­pticos. -TĂ³mate un trago. -No, no es algo nuevo, se estĂ¡ acumulando hace años, estĂ¡ por venir hace tiempo y parece que ya no aguanta mas. -Yo te voy a contar, Miguelito. Hemos trabajado una ruta, una hoja de ruta: una serie de canales pequeños que se van a llevar el huayco por otro lado. -Eso no va a alcanzar. Esto es muy grande para eso. -No sabes nada, no podemos cambiar todo lo construido aquĂ­. Deja que esa ruta funcione y desfogue, con eso vamos a estar tranquilos.

Diez años despuĂ©s: -¿Otra vez vienes con lo del huayco? Ya me estĂ¡s llegando al pincho, ya no te voy a invitar. -No sĂ© con quiĂ©n se estĂ¡ juntando este cojudo. Pero sigue con la cantaleta, -Oye pero si tĂº y yo hemos ido al mismo colegio, no entiendo... ¡esto no te conviene! EstĂ¡s dentro de esta estructura, junto a nosotros y sigues con lo del huayco. -No me entienden, no es que quiera que pase el huayco, es que el huayco estĂ¡ ahĂ­, lo veo. Y va a pasar. No puede ser que no quieran verlo. Es inmenso. -Tranquilo, aquĂ­ tenemos un especialista. -De lujo. -¿Va a dejarle espacio y reordenar la estructura? -Noooo, para quĂ©? Al contrario. Tenemos que fortalecerlo. Meter mĂ¡s concreto y ya. -No hay huayco que nos haga cambiar esto, nuestra estructura nos estĂ¡ funcionando como un reloj.

Cinco años despuĂ©s, con todos enterrados en el barro hasta el cuello. -Oye, Miguelito... No entiendo. ¿CĂ³mo llegamos a esto?

No hay comentarios.

Con tecnologĂ­a de Blogger.