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Reencarnación

Hace unos días mi amigo y maestro Carlitos Bejarano al terminar de contarnos algunos pasajes interesantísimos de su adolescencia, me soltó un reto. Así crudo, sin aderezar:
"Litolobo, mándate con una burla a ti mismo. No hay ejercicio que te haga más invulnerable que el reirse de uno mismo"

Es cierto. Si uno mismo se rie de uno para el resto ya no es gracioso burlarse.

Otro amigo, Ernestito Lucar, me dijo algo similar: ¿sabes cuál es la diferencia entre un guerrillero fanático y uno revolucionario? El revolucionario tiene sentido del humor. Sabe reirse de sí mismo, confía en él, en su humanidad y en la tuya. El fanático no. No lo permite, te destruye si lo haces.

Volviendo a la conversa con Master Bejarano , me dijo que entrara a la cabina y ahí, en la soledad y el silencio, que empezara a hablar.

Lo primero que recordé fue esa maldita manía de mover la pierna. No sé por qué lo hago. Una de las explicaciones que di fue que, tal vez, soy la reencarnación de un perro.

Sí, en otra vida fui un perro. El problema es que no tengo cola y, a falta de esta, meneo la pierna cuando me siento cómodo o entro en un frenesí de tibia y peroné cuando estoy contento o muy activo.

Voy a pedirle la grabación para colgarla aquí, se rió mucho el condenado.

5 comentarios

Anónimo dijo...

Excelente definición para el síndrome de las piernas inquietas, por otra parte lo de los revolucionarios... 100% de acuerdo.
Saludos

capitan dijo...

Yo tambien mueveo la pierna cuando estoy esperando o kisas sea por nervios o mania

Laura Martillo dijo...

Mueves la pierna?...que manía tan molesta, me imagino verte en una reunión con tu parkinson de piernas...yo me agarro el pelo...si soy una "tricomaniaca" ¿de que animal provengo?

Rain (Virginia M.T.) dijo...

plausible!

me alegraste la madrugada recordándome algo simple y bendito.

por los aires se va .... se va mi pequeño drama personal.


Y es tarde, es tarde para dormir y es temprano, ya la madrugada afila su temporalidad... qué frío.


¿cómo será ser gato?

lo pienso...

Anónimo dijo...

Muyyyy Bueno!!! Yo sé que no soy la reencarnación de Napoleón, ni de Alejandro Magno....
Si me paso la vida mascando chicle seguro que reencarné de una vaca ¿no?

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