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Gastón nos invito a cenar: "el cuerpo de Cristo... ¡amén!"

Hace un par de semanas llegaron a Lima el hermano de la Lobita y su novia canadiense. Una pareja muy divertida: el hermano de la Loba es casi tan ocurrente como ella, "casi" pues la Lobita sigue ganando, y su encantadora novia está descubriendo (gratamente) un país del que no tenía idea.

Una de esas noches a la Loba se le ocurre ir a "Astrid y Gastón" para que nuestra amiga Canadiense (otra amante de la buena mesa) pueda degustar lo que la imaginación del señor Acurio ha sido capaz de sublimar con ingredientes que la mayoría de peruanos hemos visto desfilar por nuestras ollas.

Tal vez era la hora, el día, o la fecha. Tal vez fue que Hans, el barman de siempre, ya no estaba. No lo sabemos. Tal vez no nos gustó el decorado ni la pared. El hecho es que sentimos que no hicimos justicia al decirle que la íbamos a llevar a uno de los mejores restaurantes del Perú.

Recuerdo la primera vez que la Loba me llevó a Astrid y Gastón, hace como un par de años, me gustó mucho, mucho, muchísimo: sobre todo al ver que los ingredientes peruanos, muchos de todos los días de nuestras vidas, al unirse de alguna manera especial se materializaban en platos de una nueva cultura, distinta al Perú que hasta entonces conocía (tanto como son distintos un par de gemelos o mellizos).

Regresemos a ese aciago día en que, ilusionados por mostrarle la "nouvelle cuisine" peruana a nuestra huésped, volvimos al restaurante de nuestros amores para encontrarlo lleno de gente y con algunos "errores" que, luego de la amable explicación de su propio dueño, me parece correcto omitir.

No nos sentimos bien atendidos, a la Loba le dolió como si fuera el negocio de la familia, por lo que decidimos irnos antes de lo previsto y no totalmente satisfechos.

Esa noche la Loba se demoró un poco más en ir a la cama. "Tendrá mucho trabajo", pensé mientras escuchaba teclear en la pc con su rapidez acostumbrada. Al día siguiente partí para mi casa y, en medio de la carretera, escucho el celular. Me preocupo, detengo y contesto y oigo su voz emocionada que me revela el mail nocturno.

Había escrito a todos los mails del mundo con el apellido "Acurio". Así tenía un listado inimaginable de combinaciones terminadas en @hotmail, @yahoo, @gmail, etc... ¡y le habían respondido!

La dirección era la del restaurante, al que Gastón había derivado la inquietud de la Loba (un mail excelentemente bien escrito -con cariño, talento y buena onda-), diciendo que lamentaban lo sucedido, que Gastón estaba en Europa en ese momento pero querían resarcir el error, por lo que solicitaban un número telefónico para coordinar una invitación para cuatro personas.

La Loba estaba en éxtasis mientras que yo, apeado al borde de la carretera, mantenía la mano izquierda en el embrague de la moto para que no se me apague y con la derecha el celular mientras los carros me remangaban el pantalón a 150 kms por hora.

Un día después recibió un extraordinario, dedicado, larguísimo y sentido mail de Gastón; una verdadera lección de Atención al Cliente, en el que detallaba punto por punto las acciones que se tomarían en respuesta a las recomendaciones de mi Loba, además del pedido de asistir a la invitación que nos hizo su equipo.

Así que anoche fuimos.

Desfilaron para nosotros (sólo para no olvidar): Gnochis de papa amarilla en salsa de ocopa (la evolución de la ocopa típica), una fuente de deliciosas conchitas a la parmesana, Rocoto relleno con chanchito ahumado, Rissotto de pato crocante y dulce (una mezcla asombrosa con un no sé qué del pato de chifa), pulpo a la parrilla con salsa de hierbabuena, Cabrito con rissotto al estilo del arroz a la norteña, en fin, una recatafila de maravillas acompañadas por los más exóticos cocktails hechos a base de pisco y frutas selváticas...

No podíamos ni levantarnos. Por Dios que no.

Antes de irnos el buen Ronald (el maitre) nos dio la despedida con un delicioso tempura de chocolate con sorbete de té (chocolate empanizado y frito - queda por fuera crocante y por dentro cremoso- y helado con sabor a té de hierbas) y unas copitas de pisco arequipeño (¿cómo se llamaba Lobita?) nunca en mi vida había tomado algo así: "que primero te besa" - el aroma y el sabor- "y después te muerde" - cuando sientes la fuerza del pisco por la garganta.

Pantagruélica cena que, en un cálculo poco elegante, nos hubiera costado la friolera de US$ 200.00 entre tragos, piqueos, entradas, segundos y postre. Lo que, razonado con la tranquilidad canadiense, es barato si consideramos que es uno de los mejores restaurantes peruanos. Es barato considerando que la comida peruana es una de las mejores del mundo. Es un regalo si deducimos (producto de las consideraciones anteriores) que podría tratarse de uno de los mejores restaurantes del mundo (mejor restaurante peruano + mejor comida del mundo = mejor restaurante del mundo)

Un detalle que no sólo hizo que olvidáramos las incomodidades de hace una semana, sino que nos confirmó que empresarios como Gastón no sólo se preocupan en vender productos peruanos, sino en mantener un estándar de servicio elevado en cada uno de los países en los que tiene un restaurante como "Astrid y Gastón" (Lima, Santiago, Bogotá, Caracas, Quito y Panamá)

El Perú es una maravilla ¿no?

12 comentarios

Dragón del 96 dijo...

Así cualquiera... provecho por la cena.

Rose dijo...

Pasu!!! QUe rico..Ahora que me acuerdo Karina (la nutricionista) me pregunto por ti. Le dije que pronto irias??? Que aguafiestas, no? COn lo RICO que es comer en el Peru.
PROVECHO!

Cinder dijo...

cuando regrese al perú iré sin falta a ese restaurante, te lo puedo asegurar, el pulpito de la foto se ve delicioso, uhmmm.

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Inteligente decisión de este señor. Sabia.

Perder clientes que son degustadores de calidad es fatal. Y actuó alturadamente para felicidad de ustedes.

Aplausos!.

:9

Keoshi dijo...

uhmmmm :)

reds dijo...

ese gordito es como buen peruano, dame que te doy, Lobo: el que no llora no mama, Gaston: te vi en la ventana de Cecilia, adios rogando y..... te caigo profe. mis aprecios! REDS! tengo una hermana cheff en NY...apadrinala pues tio!!

Eduardo dijo...

Hola LITOLOBO sabes me encantaria ese ringtone, y lo de sinverguenza es que lo escribi mal creo que seria asi "sin verguenza" porque no hay que tener verguenza para poner un tono asi. Saludos

Anónimo dijo...

La comida es fantastica !!! Yo fui hace un par de meses con mi enamorada y me pedi unas canillas de cordero con ravioles rellenos de zapallito loche... sencillamente sensacional !!!

La actitud de gaston con uds. lo pinta de cuerpo entero, es un tipazo, un verdadero profesional. Calculo q han leido el articulo q presentó en la U. Pacífico, es buenísimo. Si lo encuentras ponle un link... vale la pena !!

Un abrazo Miguelon, a ver si nos juntamos pronto por unas chelas, o un almuerzo o algo pes....
Rodolfo

zaratustra dijo...

Eso solo muestra que Gaston sabe hacer empresa y satisfacer a sus clientes. Yo fui hace 2 meses y no comi tan opiparamente como tu Lobo pero el cuy estuvo delicioso, el carnero y el postre todo con un toque q va mas alla de lo que se come en otros sitios. Sin embargo no termino de gustarme lo pequeño de las porciones.
Dias despues lei lo de la U del Pacifico y pense que de todas maneras Gaston merece el apoyo de todos nosotros... Vale un Peru
Que buena experiencia la q tuviste, agradable y con buen servicio al cliente...
saludos
Zarita

gang dijo...

provecho lobacho, provecho.
a fin de año estoy en el A&G de cabeza, sigo escuchando criticas bonissimas del restaurante.

Anónimo dijo...

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